Chic Wilson, recientemente jubilado de su cargo de Dr. Snip en The Vasectomy Clinic, que puso en marcha en Seattle y amplió a otras ciudades basándose en el mismo modelo de éxito, empezó su carrera como médico de familia tras completar una residencia en el Hospital Providence de Seattle. Este hospital ofrece sólidas oportunidades de residencia, y el Dr. Wilson descubrió que la mezcla de proveedores que querían enseñar y estudiar allí, junto con la clientela, que debido a la labor caritativa de las monjas incluía a personas de todas las clases sociales, le proporcionó una experiencia inigualable en amplias áreas de la medicina general. Atendió mil partos y ayudó a sus pacientes en todas las etapas de la vida.
Con su mentor, George Denniston, empezó a practicar la vasectomía, que en los años 80 ni siquiera era una palabra que se dijera en voz alta. Cuando abrió su primera consulta, decidió utilizar la palabra para que los hombres que sabían lo que buscaban pudieran encontrarle.
Se animó a empezar a hacer vasectomías porque en aquella época también practicaba abortos. Las monjas lo permitían porque ayudaba a los médicos a familiarizarse mucho más con las fases fetales, los embarazos ectópicos y otros cuidados ginecológicos de las mujeres que acudían al hospital. Lo que observó fue que después de que la pareja de un hombre abortara, era más probable que el hombre quisiera una vasectomía. En lugar de hacer aborto/vasectomía una y otra vez, pensó: “¿Por qué no hacer primero la vasectomía y evitar el aborto por completo?”.
Mientras tanto, los avances en las técnicas de vasectomía eran cada vez mejores. Stan Schmidt empezó a realizar cortes en la línea media, demostrando que las incisiones del tabique no sangraban ni dañaban los haces nerviosos, y ofreciendo la ventaja de una única incisión. El Dr. Wilson también se dio cuenta de que no bastaba con cauterizar el conducto deferente, y que la interposición de la fascia ofrecía resultados mucho mejores.
Tras una larga carrera, Chic se ha retirado de la práctica, pero se mantiene al día en este campo. Sus consejos a otros médicos han influido en todo lo que tiene que ver con el procedimiento, así como en algunas de las habilidades de asesoramiento necesarias para prestar asistencia. Ha inventado instrumentos, escrito orientaciones y contribuido a muchas conversaciones sobre la técnica. Sobre todo, tiene tres recomendaciones clave para los médicos especialistas en vasectomía:
- Contesta al teléfono
- Contesta al teléfono
- ¡Contesta al teléfono!
Cree en escuchar a los pacientes, respetarlos lo suficiente como para hablar con ellos cuando llaman y ayudarles a abordar sus situaciones individuales. Considera que su papel como proveedor es de servicio y ayuda a cada paciente de la mejor manera posible.